A modo de sencillo homenaje, se recopilan en este post los poemas de Concha Redondo publicados a lo largo de este año en el blog El Cielo en la Tierra de Emilio Carrillo.
28/9/17
Cuando se ha producido el despegue del avión de tu vida…
Cuando no temes que se vayan todo y todos...
Cuando encajas que hay un principio y un fin de lo manifestado...
Cuando llega la Paz Única del Vacío...
Entonces, vuelve a escuchar lo que dice tu corazón desde la armonía:
sentirás el afecto, el gozo y la alegría que creías haber perdido.
Amarás y serás amado
sin miedo a que te falte nada ni nadie.
Entrarás en el Vacío vibrante del UNIVERSO DE LO HUMANO:
libre, rico, verdadero, inmortal.
Fluirás...
sin preocuparte de qué ruta seguirá tu vida,
ni por qué se produjo el propósito de tu estancia aquí.
20/9/17
El Vacío Vibrante, el Todo, la Vida,
ama toda su creación.
Y espera, con paciencia infinita,
que todo evolucione
hasta ser consciente de su esencia.
El Ser contempla la vida humana
que juega entre la luz y la sombra,
el amor y el odio,
la alegría y la tristeza.
Para la humanidad es un misterio esta manera de crear,
pero ES.
Y no viviremos en paz
hasta que no tengamos la mirada positiva
de la Energía que contempla,
con calma, serenidad y amor,
todo el Universo.
8/6/17
Vivir desde el fondo de uno mismo es también gestionar,
lo mejor que sepamos y podamos,
lo nuevo que se presenta,
lo que cambia o se va,
lo que se termina.
Es importante verlo con claridad, sin paliativos...
No es fácil, pero es esencial:
conlleva respeto a uno mismo y a los demás.
Gestionar, desde el silencio, todas las idas y venidas
conduce al profundo conocimiento
de que todo empieza, sirve y termina.
Sólo permaneces Tú contigo.
Por eso es importante que te quieras
y te sientas como un ser completo
que puede gozar de lo impermanente que te ofrezcan o elijas.
29/4/17
Seguimos distinguiendo: el bueno, el malo…
No acabamos de sentir que el Universo es el Gran Escenario.
donde se proyecta la maravilla del Ser
y se entrecruzan las vidas de los distintos seres,
a veces en medio del caos y del miedo,
siempre buscando la felicidad y el amor aun sin saberlo.
El Universo sigue, seamos como seamos...
y cuando envía un referente de lo que siente, como Buda o Cristo Jesús,
nos sorprende que amen a todos,
que sean iluminados los mas sencillos:
el barquero, amigo de Siddharta
o el Ladrón que pide al Cristo que se acuerde de él
y oye la sentencia: "Hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso".
¡No distingamos!
Dediquemos nuestras vidas a acoger, a amar, a despreocupar, a relajar…
Sin darnos cuenta, seremos agua clara para todos.
18/3/17
Ante la confusión y el desconcierto, el introito del silencio, la calma, el aquí y ahora y la aceptación de esa desarmonía tan presente y frecuente en los seres humanos
Con humildad, sin prisas, se irán colocando las piezas del puzzle porque tenemos el gran dibujo: llegar a ser luz y amor: unidad en la diversidad.
Las piezas deben ser colocadas sin ayuda de la mente, porque las trastoca y cambia a su antojo.
Deben colocarse desde el hondón del corazón, despacio, fijándose mucho, sin juzgar si son bonitas o no: cada una tiene su sitio y se va formando la figura para ser claridad, libertad y amor.
Para vivir esto, la Vida te despojará de todo para que ames incondicionalmente, como el Ser.
Cederá tu confusión y desconcierto y, por fin, amarás.
18/2/17
Déjame ser humana...
Sentir mis emociones plenamente...
Déjame ser humana...
Vivir el amor, el abandono, la soledad...
Déjame ser humana...
Experimentar, desde el hondón del alma,
el "disparate", la dicotomía de un alma joven-adulta
inmersa en un cuerpo anciano.
Déjame ser humana...
Sentir el "dolor" de la existencia y del despojo, en profundidad.
Déjame ser humana...
Sólo así, desde la entraña de mi corazón,
podré dejar que la Vida me desapegue
de todo lo que no es mi esencia.
Y me lanzaré al Vacío-Pleno
en un amor incondicional a mí y a todos
11/2/17
Cuando la tristeza invade el cuerpo y el alma,
hay que vivirla a fondo.
No se puede huir de ella
por querer estar bien.
Sentirla en silencio,
como una experiencia humana,
aunque sepamos que somos luz y amor
Nada humano nos puede asustar.
Tenemos derecho a sentir.
No somos ángeles.
Somos espíritus encarnados en cuerpo,
con mente y emociones;
y, a la vez, espíritus divinos.
Vivir es manejar, gestionar todo eso.
No finjamos ni con nosotros mismos.
Somos lo que somos y como somos.
No hay prisa por ser "mejores",
como nos apunta nuestra mente.
Ya somos, en nuestro ser profundo,
Amor y Paz.
La Vida nos traerá las experiencias que nos convienen
para llegar a SER.
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